Sobre Divagar

Divago, de un tema a otro. De Kant a la época colonial, pasando por la lógica proposicional, a un par de cuentos de aquí y allá. Pero después de leer sobre algo y sobre otra cosa, no puedo evitar preguntarme si he estado aprendiendo mientras picaba un poco de un tema y otro poco de uno distinto. Kant decía que el filósofo, tenía que poder tomar distancia del pensamiento vulgar, volviéndose más específico; ese es el detalle complicado, qué es el pensamiento vulgar y cómo salirse de él. Suele ser común escuchar el “sólo sé que nada sé” de Sócrates, y aunque puede considerarse una frase llena de sabiduría, lo cierto es que hace parte del conocimiento vulgar, pues se usa de forma superficial sin profundizar al respecto, siendo muy conocida por el común y perdiendo su significado por la excesiva, y a veces sin sentido, repetición que le hacen. Entonces, la persona que se encarga de desligarse del pensamiento vulgar, al que llamaremos filosofo, tiene que adentrarse en el pensamiento antiguo y entender lo que significa la frase de Sócrates, pero no sólo eso, ha de comunicar ese conocimiento sin entrar en lo vulgar; seguramente para ello escriba varias páginas al respecto, pero ¿realmente resulta efectivo dar este tipo de explicaciones sin entrar en lo vulgar? Porque hablar con muchos tecnicismos, puede llevar a que nadie entienda nada al respecto, así que si se busca hacer la separación entre el conocimiento especifico y el vulgar, posiblemente se haría solamente hacia los adentros, pues no es practico en una conversación cotidiana, o por el contrario explicar las cosas de forma “vulgar” que sería lo más factible. A pesar de leer de un lado y otro, creo que me he llenado solamente de conocimiento “vulgar”, me planteo la idea de si debería de estudiar de seguido una sola cosa y luego, al terminar, empezar con otra, pero eso no se hace, en los colegios se ven diez materias diferentes y hay que responder por todas, o en la universidad cierta cantidad de materias, de forma que hay que estudiar múltiples cosas sin centrarse exclusivamente en una, y posiblemente sea la manera más eficiente de aprender, como dirían por ahí la virtud está en el equilibrio, o justo medio, pero ¿y si aprendo más viendo cada cosa una por una intensivamente? No suena muy buena idea, pero sólo divago…