top of page

Blog NEURÓFILOS

Sobre el matar

Ante la manada de zancudos que he llegado a encontrar en cada habitación de mi casa, me han entrado ganas de matar en masa. Al final todos matamos, acabamos de una u otra forma con la vida de otros seres, en este caso el zancudo. Pero no sólo nos conformamos con matar, nos gusta hacerlo de la manera más eficiente posible o, al menos, no me he encontrado a alguien que vea placentero aplaudir veinte veces y no lograr aniquilar a aquel mosquito que sigue volando como si nada después de abusar con tanta picadera. Siendo sincero me gusta seguir el ejemplo romano, pues no soy muy fan de andar persiguiendo bichos voladores, por lo que tomo una posición más estoica, para matarlos de hambre. Me ha funcionado muy bien la estrategia, estar siempre tapado de punta a punta; al dormir solo dejo la nariz fuera de las sábanas, y con el tiempo veo que mi habitación está más despejada.


Pero últimamente ando fastidiado, hay tantos que no he podido matarlos por este método, resulta que mientras dormía inconscientemente he sacado una mano de las sabanas y los he alimentado con mis dedos. Veo cómo los unos se comen a los otros, se chupan entre sí la sangre que sacaron de mis dedos para sobrevivir, nunca pensé que pudieran ser caníbales. He tenido que cambiar la estrategia, ahora uso una raqueta eléctrica y es muy placentero escucharla echar chispas pasándola suavemente por el aire.


Aun así, no he podido evitar pensar sobre el matar ¿Es acaso lo que hago, ético? Alguna vez escuché, que la bioética, defiende que en vista de que el ser humano matará eventualmente a algún animal, ha de hacerlo de la manera menos dolorosa para el animal. Es decir que, si bien ha de matar un animal, el carácter ético no recae en el hecho de haberlo matado sino en el cómo se mató al animal. Por lo que me pregunto, para ser ético, cuál es la forma menos dolorosa de matar a un zancudo, ya saben, la forma correcta de hacerlo según la bioética. Pero al ser tan chico, esta cuestión se dificulta, pues quién me asegura que el aplastarlo con un aplauso le es menos doloroso a ser tostado con una raqueta eléctrica. Claramente descarto la opción de envenenarlos fumigando el aire, pues, tras de que es fastidioso el olor que queda, está prohibido a nivel mundial el matar usando armas químicas; no creo, además, que sea menos doloroso a un zancudo el ahogarse en veneno por horas hasta finalmente perecer. Por otro lado, el matarlos de hambre, siguiendo a los romanos, tampoco resulta ser la forma más ética de hacerlo. Aunque directamente no se esté acabando con otra vida, dejar al zancudo moverse hasta que su cuerpo no pueda hacerlo más, por desnutrición, parece todo menos una idea agradable para morir.


El problema, viene a ser después de decidir qué forma es la correcta de matar a un zancudo, pues si admitimos que es éticamente correcto el aplastarlos y electrocutarlos, por ser estas formas las más rápidas de hacerlo, donde el dolor no se extiende en el tiempo, tendríamos que aceptar estos mismos métodos con animales más grandes, siempre y cuando se cumpla la condición de una muerte rápida, sin tanto sufrimiento. Aquí se complica, pues los seres humanos entran en la categoría de animales, por lo que también estarían cobijados dentro del campo de la bioética. Y si bien ya se ha visto ejecuciones con silla eléctrica en EEUU, nunca, hasta donde sé, se ha ejecutado a alguien aplastandolo, quizá porque no ha habido la tecnología para hacerlo. Pero dado el caso en el que se tenga la infraestructura, ¿sería ético aplastar a alguien como un zancudo? En una ejecución legal, claro.

30 visualizaciones
bottom of page