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Blog NEURÓFILOS

Eso que recuerdo.

Por la Laura del 2022.


Esto no es una historia, mucho menos un ensayo o una tarea. Esto no es el diario vivir de alguien que creció en El Vergel de Cali, ni mucho menos una crítica a todos los amigos que vi caer en las drogas o convertirse en matones. Ni tampoco son las ocurrencias de alguien que la mayor parte de su vida estudió en colegios que antes eran casas.

Esto no pretende narrar la pobreza que vi, las balaceras que escuché o los muertos que conocí.

Esto tampoco es una elaborada prosa que pretende ahondar en mi interesante vida, que de interesante tiene muy poco.

Esto no es un escrito con el que usted se va a identificar, ni uno que va a envidiar.

Esto no es algo desconocido, ni intrépido, ni sensacional. Si usted busca algo aquí, deje de buscar.

Aquí sólo hay momentos.

Momentos como cuando mi madre me enseñó a cocinar. Como cuando mi padre enseñó a montar bicicleta y luego se quedaba cuidándome.

Momentos como esos donde mis amigos me miran raro cuando les digo que la fila de central se demora el mismo tiempo que toma hacer un almuerzo para 7. Ellos me responden que la fila es tan larga cómo una clase magistral, “es lo mismo” les digo, y no me entienden.

Mis amigos no comprenden la diferencia entre ponerle al guiso el agua donde se cocinaron los espaguetis, a ponerle agua normal. Pero yo se los expliqué, así como ellos me explicaron cómo derivar.

Todo eso que yo sé, no me lo inventé. Mi madre me lo dio, me dio la cocina, me dio la paciencia que caracteriza mi comportamiento, y no porque ella sea tranquila, sino porque es todo lo contrario.

Esto que usted está leyendo aquí, es eso que recuerdo cuando camino por el campus.



Eso que recuerdo cuando mis amigos me preguntan de donde vengo, y porque pienso tanto en la plata. Eso que recuerdo cuando le explico a mis amigos que los procedimientos matemáticos se aprenden mejor cuando los recuerdas por pasos, como cuando estás haciendo arroz:

Paso 1: Lavas el arroz

Paso 2: Mides el agua

Paso 3: Lo pones en el fogón

Paso 4: Le echas sal y aceite

Paso 5: Lo tapas y destapas para revolver cuando esté por secar.


Puedes hacer el paso 4 antes que el paso 3, pero a mí me gusta más en ese orden para que el arroz no quede masacotudo.


Aprender eso para mí fue lo mismo que aprender a resolver una ecuación por el método de completar cuadrados:

Paso 1: Pasamos el termino independiente al lado derecho de la ecuación.

Paso 2: Tomas el coeficiente del termino X y lo divides en 2, luego lo elevas al cuadrado

Paso 3: Este resultado lo sumas a ambos lados de la ecuación.

Paso 4: Construimos el lado izquierdo de la ecuación como un termino al cuadrado de esta forma: (x+__)2

Donde en el espacio vació vas a colocar el coeficiente de la X dividido en 2.

Paso 5: Desarrollas la suma al lado izquierdo de la ecuación


Es eso que recuerdo cuando mis amigos me piden que les explique cómo hacer unas lentejas y no entienden cuando les advierto que no deben ponerle sal al guiso y a las lentejas, porque crearía un terrible que es un pico de sal, porque para ellos los picos son un concepto que sólo habían oído cuando les hablan de la gráfica de una función.

Eso que recuerdo y que me ayudó cuando llegue a la universidad a no sentirme tan pérdida, porque mi mamá me enseñó a aprender. Y yo aprendí a llevar a mi mamá, a mi papá y a mi casa a donde vaya. Ahora también me llevaré a Univalle a otras partes.

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